No me ruegues que te deje

Han escuchado la promesa que le hizo Rut a Noemí, pues es algo casi poético, una declaración de lealtad, y servicio hasta el fin, una palabra de amor real y trabajo en equipo de la única persona en la Biblia que en el tiempo de declararla era mundana.

Para los que no conocen la historia es muy triste, Noemí era la suegra de Rut, ¿por que mencionó era?, porque tanto los hijos como su esposo fallecieron, así que solo quedaba Noemí y sus dos nueras viudas, en ese tiempo al ser tan jóvenes era más sencillo encontrar a alguien que pueda mantenerlas y seguir con su vida, aunque la vida de Noemí al ser mayor y viuda al contrario sería triste, solitaria y muy pobre.

Rut decidió algo sorprendente, algo que para su tiempo era absurdo y hasta demencial, ella dijo que se quedaría con Noemí, y esa acción tan noble, desinteresada y de amor, le permitió ser la primera generación del linaje de Jesús, imagina ser la familia directa de Jesús después de haber sido nadie, solo porque demostraste en tu accionar lealtad, convicción y amor.

En Rut 1:16-18 ella dijo: "No me ruegues que te deje, y que me aparte de ti: porque donde quiera que tú fueres, iré yo; y donde quiera que vivieres, viviré. Tu pueblo será mi pueblo, y tu Dios mi Dios Donde tú murieres, moriré yo, y allí seré sepultada: así me haga Jehová, y así me dé, que sólo la muerte hará separación entre tu y yo."

Son fuertes declaraciones, alguien una vez dijo es como si hablase de matrimonio, la verdad no es así, es como si se sintiera comprometida a ayudar y estar ahí para una persona que se gano sus afecto, lealtad, y eterno agradecimiento por el resto de sus días, una escritora no cristiana usó esto en uno de sus libros y lo aplico como juramento parabatai, como la muestra más única y pura de un mejor amigo hasta el ultimo día de sus vidas.

La Biblia nos habla que Rut hizo todo lo que Noemí le pedía, no como criada sino como su hija, tanto fue la promesa que ella se volvió ahora más importante en la vida de Noemí, recogía espigas en un campo y obedeciendo siempre, llego a ser la esposa de uno de los hombres más posicionados de ese tiempo, también familiar de su suegra.

Pero ¿a qué viene todo esto preguntaran? Dios quiere que nosotros comprendamos este día que las palabras que Rut menciono fueron la antesala de algo más grande, es difícil que pongamos nuestra confianza a tal magnitud en alguien, de tal forma que donde ella muera moriré yo y allí seré sepultado, suena bastante loco, pero es tiempo de que empecemos a tener una amistad tan fuerte que podamos ayudar a otros y hacer lo que tal vez una mundana nos enseñó, ya que Rut era una idólatra que decidió seguir el mismo Dios de Noemí, pese a que vio todas las tragedias que le acontecieron.

Caminemos cada día para ser ese canal que aunque haya complejidades la gente quiera ese mismo Dios, y que seamos gente digna de la confianza.

Como creyentes del Dios viviente es nuestro deber guiar sabiamente a aquellos que recién lo conocen y juntos caminar hacia la santidad, porque es mejor cuando se está acompañado, Rut fue muy fuerte en sus palabras, pero solo fue leal.

Muestra tu lealtad, convicción, amor a Dios hasta el final de tus días y verás como aunque la tormenta y los vientos se levanten, el te mantendrá siempre a salvo, pero no te dejes llevar por los caminos más sencillos pues para Rut era fácil dejarla botada, casarse con otro hombre y pasar a ser una simple mujer no preponderante en la historia, pero decidió ser más, ser más amiga, más amor y más convicción, de tal forma que aunque le rogaron que la deje igual se mantuvo firme, porque más grande siempre es el amor de una persona real, que el interés o el egoísmo de una vida "buena", cuando puede ser asombrosa.