Té, fe y un poco de café

La vida es un constante tirón de buenas y malas experiencias, pero en realidad ¿a qué se debe esto?.

Nos han enseñado que cuando todo está a nuestro favor es algo bueno, y cuando todo está en contra, te cierran las puertas, o no te va como esperabas es malo; a decir verdad yo también llegué a creerlo, hasta que un día navegando en Internet encontré un poema que ahora ya no lo he vuelto a leer pero que marcó mi vida en un momento dado, la frase que más me cautivó fue

"perfectas son las cosas que te suceden a ti, sean buenas o sean malas, son perfectas para ti".

Recuerdo que en ese momento las cosas con el ministerio de jóvenes que guiaba no iban bien, así mismo el ministerio de música se había dividido, en el colegio tuve problemas con calificaciones, en casa habían guerras frías muy a menudo, en la escuela de arte se habían robado mi pintura y me había atropellado una moto; orando ese día le pedí a Dios que me explicara, en que consistía que si hacía todo lo que a él le agradaba las cosas iban tan mal.

A lo que el respondió casi de manera instantánea en mi devocional con "Romanos 8:28 Y sabemos que a los que a Dios aman, todas las cosas les ayuda a bien, es saber, a los que conforme al propósito son llamados."

Y yo me quedé helada, era básicamente la explicación del poema, ¿que implicaba ese "todas las cosas"?, implicaba que no importa si eso que viví salió a perfección a la manera de mis planes, sino que algo nuevo aprendí de ese día, algo que podría aplicar luego, sería un "todas las cosas" por las que después podría aconsejar a alguien, y comprender por lo que padece, era un "todas las cosas" que implicaba que en mi proceso de crecer esas situaciones, complicaciones, escases, abundancia, frustración, estrés, alegría, y demás pues harían de mi vida un cúmulo de experiencias y razones por las cuales adorar y exaltar el nombre de Jesús, y ayudar a otros por medio de mi propósito.

Pero, ¿quien en realidad no se ha topado con el típico pero es que solo me pasan a mi? La verdad Dios nos prueba constantemente, y tal vez es la única materia que no nos importa reprobar, ya que así como en el colegio si no lo pasas te lo vuelven a tomar con otras preguntas en el supletorio y sino lo superas van a tomarte otra prueba en el remedial y sino pues vas al examen de gracia que son como tres o algo así, básicamente te dan todas esas oportunidades para no perder el año escolar, así mismo Dios solo prueba a sus hijos, así que básicamente es para no perder tu categoría de hijo, pero neciamente accionados pensando que Dios no nos comprende y nos basamos a evidencias y situaciones que creemos son malas y emitimos un criterio del creador afirmando que "no nos ama" o que "es malo conmigo" en Proverbios 3:5 Dios nos dice " Fíate de Jehová de todo tu corazón, Y no estribes en tu prudencia."

Pero cuán difícil se torna esto, cuando nuestro alrededor se empeña en recordarnos un día complejo y lo categoriza automáticamente como malo, cuando a lo largo de mis años he comprendido que esos días no existen, sino solo días buenos que quisieron enseñarte caminos variados y no fueron de lo más agradable; tu defines que clase de día quieres que sea, y después de leer esos dos versículos en mi día aparentemente malo agradecí a Dios su dicha de mostrarme una vez más su gracia, las cosas no se arreglaron de inmediato, puse mi confianza en Dios y pude seguir, entonces y solo entonces empezó a obrar a mi favor, y realmente ahora comprendo que pase por todo eso para ayudar a los nuevos líderes de jóvenes en planeación, estrategia, confianza y paz; para dar paz a los ministerios musicales que tienen constantes problemas, comprender a los jóvenes con sus problemas académicos, familiares y ayudarlos a tener fe en medio de tantas presiones seculares y espirituales que suelen ser agobiantes a esas edades.

Aprender que cada día es un tirón de experiencias, en el que tú decidirás como tomarlas te ayudara a tener salud emocional y espiritual, aumentar tu fe, y saber que Dios te está preparando para en un futuro poder ayudar a otros a que cuando sigan tus pasos, sean mejores cada día. Todo es parte del propósito al que fuiste llamado, y todo es un aprendizaje, pero si lo tomas a mal, lamentablemente harás de tu aprendizaje un campo de batalla y se evidenciaría en tus hechos, no mires tu mente ni tu corazón de problemas y rencores, mejor llénalo de amor, lealtad, esperanza y paz y veras como en las manos de Dios harás proezas y te reirás de parte de tus procesos que en su tiempo se vieron complejos.